jueves, 3 de noviembre de 2016

REFLEXIONEMOS


El trabajo no es sólo una fuente de ingresos sino también una forma de desarrollo personal. La situación de desempleo es un problema de dimensiones económicas, sociales, culturales y sociológicas. El propio término desempleo genera un estigma social y puede suponer la exclusión de la persona desempleada de la sociedad. En concreto, la sociedad española, ha tenido que asumir en los últimos años esa rotación o ciclo de empleo-desempleo-empleo, lo que ha generado, además de una fuerte dependencia de las pensiones, subsidios y ayudas sociales, sobre todo de prestaciones por desempleo, una decepción generalizada con la política y también con el Derecho. Es llamativo, por ejemplo, el descenso de las huelgas en las tres últimas décadas, forma tradicional de reivindicar las condiciones laborales de los trabajadores y dotada de nuestra máxima protección constitucional al ser considerada un derecho fundamental. Pero no es suficiente con tener un trabajo sino que ese trabajo ha de ser un trabajo digno, un trabajo de calidad. La precariedad laboral es, de esta forma, lo opuesto al concepto de trabajo digno, precariedad es inestabilidad e inseguridad en el empleo y enlaza con la capacidad del empleador de alterar el volumen o cantidad de mano de obra en función de las necesidades empresariales e incluye también a las actividades laborales informales e irregulares.

Las reformas laborales que se han llevado a cabo en España en los últimos años al objeto de crear empleo y reducir la dualidad del mercado de trabajo y la temporalidad contractual en el marco de la estrategia de austeridad impulsada desde la Unión Europea han supuesto, de facto, un aumento de la precariedad laboral de los trabajadores. Estas reformas, suponen una vuelta de tuerca en la lógica de la precarización laboral impulsada por la mayoría de las reformas del mercado de trabajo adoptadas desde 1984. Un camino que, además, presenta una significativa incongruencia entre sus objetivos y contenidos, en la medida en que la “apelación al empleo estable, omnipresente en todas las reformas laborales se ha convertido, por extraño que resulte, en un elemento depredador de las garantías laborales”8 . Actualmente en España son numerosas las previsiones normativas que afectan a la calidad del empleo: el contrato de trabajo de apoyo a los emprendedores, la mayor flexibilidad del contrato de aprendizaje y formación, la modificación de la regulación del contrato a tiempo parcial, la modificación de la regulación de las empresas de trabajo temporal, la mayor flexibilidad en el régimen de despidos, el aumento del poder empresarial para la modificación sustancial de las condiciones de trabajo y la reforma del sistema de negociación colectiva, entre otras. Todas estas modificaciones avivan la desigualdad social relacionada con un mercado de trabajo cada vez más segmentado y en donde los grupos sociales más vulnerables quedan atrapados en una terrible alternancia entre trabajos poco cualificados y mal pagados, y el desempleo. 

CONSEJOS PARA UNA ENTREVISTA

Busca un aspecto correcto

En esta sociedad las cosas siguen entrando por los ojos, y, aunque no tenga nada que ver, un primer juicio de valor siempre se hace en base al aspecto. Por ello es tan recomendable presentar siempre un aspecto pulcro, arreglado y aseado. Cuando queremos comprar algo el aspecto del vendedor nos infunde confianza o sospecha, y de ello dependerá que al final compremos o no. Pues bien, en una entrevista de trabajo vosotros sois los vendedores y el producto.
Conoce tu propio Curriculum

Cuando vas a una entrevista suele ser porque ya has pasado una primera criba con tu Currículum Vitae, pero eso no significa que no te vayan a preguntar acerca de él. Por eso, tendrías que ir preparado para contestar a todo tipo de preguntas, incluso algunas que tienen su respuesta en el CV. Esto es muy fácil de hacer, basta con ir repasando punto por punto, con el CV delante, pensando en cómo podrías extender la información que ofreces, qué más datos pueden resultar interesantes, qué puede despertar la curiosidad del entrevistador...

Piensa en todo lo que aparece escrito, ¿cómo fue la estancia en la Universidad, o en el Instituto? ¿Dónde, cómo y por qué conseguiste esas otras habilidades y/o conocimientos que no forman parte de la vida o el temario académico normal? Para todo esto y más tienes que tener una respuesta.

Habla con claridad y corrección

No es tan difícil, y en ocasiones puede incluso arreglar una primera impresión negativa. Recuerda que estamos hablando del mundo laboral, y tú estás tratando de vender una idea, la idea de que eres óptimo/a para ese puesto. Eso incluye el concepto de que sabes expresarte, y saber expresarse significa no sólo hablar con un tono claro y seguro, y con confianza, sino también utilizar un lenguaje correcto. Las palabras coloquiales déjalas para cuando lleves un tiempo en la empresa y conozcas hasta dónde puedes llegar y hasta dónde no con tus compañeros o superiores.

Sé también preciso, no te explayes dando información que no te ha sido preguntada. Ve siempre al punto, al quid de la cuestión. Nada de detalles vagos. Sólo se responden de forma abierta las preguntas abiertas. Pero si te preguntan algo concreto, responde algo concreto.

Por último, sé amable. Tienes que mostrar que te puedes integrar en la empresa, que vas a congeniar o que es fácil congeniar contigo, que tu entrada no va a suponer problemas de adaptación ni para ti ni para tus futuros compañeros de trabajo.

Controla tus gestos

Es normal estar nervioso/a ante una entrevista de trabajo, pero piensa no te van a preguntar nada que no sepas. Son muchos los gestos que denotan nerviosismo, pero tampoco te tienes que preocupar por eso, ellos ya saben que estás nervioso/a; buscan otras características en tu personalidad. Tienes que ser una persona segura de ti misma, y saber exactamente quién eres y qué es lo que quieres. ¿Qué más tienes que saber?

No cruces ni brazos ni piernas. Eso es adoptar una postura defensiva, parece que te tienes que cubrir de algo. Como obviamente no tienes miedo del/ de la entrevistador/a, a lo mejor temes que él o ella descubra algo que quieres ocultar. 

Sonríe. No te quieren contratar por tu simpatía, pero si el ambiente lo permite, no tienes porqué estar serio/a. Tienes que ser una persona de fácil trato que se va a integrar en su empresa. La depresión puede ser causa de baja médica, pero ninguna compañía ha tenido que perder nunca horas de trabajo de uno de sus empleados/as por su alegría o simpatía.

En conjunto, tienes que mostrar respeto, atención, confianza, interés, y facilidad de trato. El puesto de trabajo es importante para ti, y también lo es quien te entrevista.

Sé tú mismo/a

Aquí viene la contradicción. ¿No te acabamos de decir qué es lo que tienes que hacer? ¿Significa eso que todo lo que acabas de leer es mentira?

No. Tienes que hacer todo lo anterior, pero sin olvidar nunca quién eres. Tu experiencia, conocimientos o, simplemente, interés, te hacen la persona adecuada para ese puesto. Tienes que transmitir esa idea, pero en tu trabajo está siempre incluida la posibilidad de mejorar, y sólo lo vas a conseguir si te gusta lo que haces. Quien te entrevista no quiere que le des la razón como a los tontos, sabe que puede escuchar alguna respuesta que quizá no le guste del todo, pero si te das cuenta de eso, tienes que ser capaz de convencerle de que tienes la suficiente capacidad e interés para hacer que eso no represente un problema. 



FAMILIARICÉMONOS CON LA ASIGNATURA DE F.O.L.

                    
Son las siglas que se utilizan para denominar la asignatura impartida en los ciclos formativos cuyo nombre es: Formación y Orientación Laboral.

Se trata de una asignatura crucial para la inserción profesional de los alumnos/as ya que se centra en dos espectros fundamentales de inserción profesional:

1. El trabajo por cuenta ajena (habilidades sociales en el trabajo, negociación, trabajo en equipo, networking, técnicas de búsqueda de empleo, etc.)

2. El trabajo por cuenta propia o auto-empleo (creación de empresas, financiación, fuentes de información para emprendedores, planes de negocio, plan general contable, etc.)

Es clave que el temario que compone FOL se centre en dos aspectos fundamentales:

- La inserción profesional por cuenta ajena.

- La inserción profesional por cuenta propia.

Evidentemente en esta asignatura se le otorga un papel significativo a la prevención de riesgos y al derecho laboral, que son muy importantes, pero... "¿De qué sirve que un alumno/a sepa que una nómina se compone de devengos, deducciones y bases, si luego cuando salga le va a costar sangre y sudor, encontrar un empleo para ganar esa nómina?".
No hay que caer en el error de menospreciar al derecho laboral, es muy importante  sensibilizar al alumnado de lo primordial que es conocer sus derechos y deberes laborales, de la importancia de saber que existen convenios, representantes sindicales, etc; pero no hay que profundizar tanto en ello, y sí en otros aspectos como la relación en el entorno de su trabajo, la colaboración con sus compañeros, la búsqueda activa de empleo, las fuentes de información para la búsqueda, el uso de redes sociales para esa búsqueda, etc. Si no profundizamos en estos aspectos podemos perder algo muy importante, la significación lógica en el alumno, ya que no ve por ningún sitio que pueda aplicar a su profesión lo aprendido.

Y es que, pese a ser un módulo con mucha teoría, la forma de llevar la clase también influye. Potenciando los trabajos en grupo, las exposiciones y las actividades prácticas, no sólo conseguiremos que el alumno se implique más, en lugar de ser un mero receptor de conocimientos, sino que además los alumnos podrán adquirir capacidades extras como mejorar sus dinámicas de equipo, aprender a expresarse en público y que la asimilación de los conceptos explicados se lleve a cabo de una forma más práctica, más empírica. Por citar algunos ejemplos, no es lo mismo explicarle a un estudiante qué es una nómina solamente desde un punto de vista teórico, que llevar algunas de estas a clase y que aprendan a analizar todos sus componentes, si hay fallos, la explicación de algunos parámetros, etc. De la misma forma, no se puede pretender que un alumno muestre la misma predisposición a aprender cómo solucionar un conflicto laboral sólo dando una serie de ejemplos que si se propone un juego de roles en el cual unos actuarán como empresarios y los otros como trabajadores. Hay que hacer que el alumno se involucre, que sea parte protagonista en el desarrollo de las clases.