Esta semana he seguido con las observaciones de las clases del ciclo superior de Administración y Finanzas. Esta vez tocaba aprender a redactar un contrato. Para ello, los alumnos debían acceder a la página del Servicio Público de Empleo Estatal y acceder al enlace "Tu contrato en cinco pasos". Se trata de una herramienta muy intuitiva, en la que respondiendo a preguntas acerca de la empresa, el empleado que queremos contratar y la jornada que vamos a aplicarle, entre otras, nos proporciona el contrato listo para firmarlo tanto por empresario como por trabajador. Este tipo de clases, en las que los alumnos son los protagonistas de su propio aprendizaje, resultan muy motivadoras para ellos. En todo momento mantuvieron la atención, pues todos querían tener su propio contrato al finalizar la clase.
También he seguido con las observaciones de las clases de Iniciación a la Actividad Emprendedora y Empresarial. Los alumnos están cada vez más nerviosos al ver que se acerca el momento de vender sus productos en el mercadillo. Se han implicado mucho en el proyecto de la cooperativa y quieren que todo salga perfecto. Siguen elaborando los productos que van a vender. Ya han terminado las pulseras y jabones, y ahora están haciendo unos llaveros en forma de búhos, utilizando cápsulas de café. Como ya he dicho, los alumnos se están implicando muchísimo, pero su implicación resultaría insuficiente si no fuera por la implicación de Isabel, mi tutora, quien está dedicando mucho tiempo y esfuerzo a este proyecto. Puedo decir que es un perfecto ejemplo de docente 2.0.
Por otro lado, esta semana he asistido a una reunión de padres. La misma se celebraba con motivo de la finalización de la segunda evaluación. Los padres debían acudir al centro a reunirse con el tutor de sus hijos, informarse acerca de como ha ido la segunda evaluación y recoger los boletines. He de destacar que me sorprendió la poca asistencia de padres, aún cuando la reunión se hizo casi a las ocho de la tarde, para que los padres no tuvieran problema en asistir por motivos de trabajo. También me sorprendió que cuando el tutor dijo que muchos alumnos no traían los deberes hechos a clase, muchos padres se quejaron de que los profesores mandan muchos deberes, tal como hacen sus hijos día tras día. Considero que los padres que adoptan esta actitud no se encuentran en el camino correcto, pues están cuestionando la labor del profesor, con el cual comparten un objetivo: la educación de sus hijos.
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